jueves, 25 de diciembre de 2008

Noche Buena: muy buena la cena!


Noche entrañable, sí, para los que gozamos de la compañía de los seres queridos. Pero al final ¿a qué se reduce?

Mi madre cocina genial y, no sé si como todas, pero sí sé que como todas las asturianas, generosamente; lo que implica que acabarás malo, pues si no te lo acabas todo parece mal, es signo de que no te gustó mucho. Y en fin, que cenamos más de la cuenta.

Esta mañana, para bajar ese copioso ágape, hemos salido a dar un paseo. Existe una red de sendas costeras en Asturias y en Muros hay un tramo de dicha senda: va desde la playa de Aguilar hasta la ermita del Espíritu Santo, tiene 4km de longitud y es de nivel medio-bajo, con algunas subidas y bajadas, salvadas a veces por escaleras; se puede recorrer con zapatos, no hace falta calzado deportivo.

Además de hacer algo de ejercicio, lo mejor de este recorrido es su paisaje, vas entre bosque gran parte del camino y en muchos momentos contemplando el impresionante mar Cantábrico, que por cierto hoy trabajaba mucho de fondo, con lo cual su rugido (que no rumor) te acompañaba todo el tiempo.

No sé cómo describir estas sensaciones, quien conozca el mar del norte sabrá de qué hablo, pero quien sea de interior o del sur ni se lo imaginará. En tal caso, lo que os sugiero es que vengáis a Asturias en cualquier momento (en todas las ocasiones..., como dice la canción), pero sobre todo en invierno, porque la mar es raro que esté tranquila. Y podréis sentir en vivo y en directo la majestuosidad de la naturaleza.

Desde la senda hay acceso a varias playas, Las Llanas es paradisiaca.

A lo largo de la ruta hay varios miradores, en los que descansar y olvidarnos de la "fartura" de ayer, de si la crisis nos permitirá comer mañana, e incluso de si llegaremos a pasado mañana. Te olvidas de todo y únicamente disfrutas de tu insignificancia ante tanta inmensidad.

De vuelta a casa, ya estás renovada para volver a empezar: la comida de Navidad...

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