lunes, 20 de julio de 2009

Vamos a la playa...


Conste que hablo de las del Occidente de Asturias, no porque sean mejores ni peores que las del oriente, no, únicamente porque las conozco mejor.
Soy muy friolera y casi nunca me baño, por lo que me gusta tanto ir a la playa un día nublado como uno con sol. Todo tiene su encanto: si el cielo está cubierto la mar se presenta enigmática con sus colores apagados, grisáceos, que invitan al paseo tranquilo, a la contemplación y al descanso; con el cielo límpido la mar luce espléndida, cristalina, entre azules y verdes, contagiándote su luminosidad, te empuja a la actividad y a la euforia.
Las playas de esta zona (desde Gijón hasta Tapia de Casariego) son tan diferentes que pueden enamorarte o decepcionarte mucho, dependiendo de tus expectativas. Trataré de decirte algunas de sus cualidades para que te decantes por una u otra según tus necesidades puntuales.
Si estás buscando un lugar en el que extender la toalla, darte un baño, un paseo por la arena o jugar a las palas, por ejemplo, puedes optar por: S. Lorenzo, Bañugues, Verdicio, Salinas, Sta. Mª del Mar, Los Quebrantos, Aguilar, S. Pedro, Cadavedo, Barayo o Frexulfe. Tienen todos los servicios. Pero olvidaos de jugar a las palas o al fútbol con pleamar y sobre todo en fines de semana de agosto…
Si además de lo anterior te gusta practicar surf, son adecuadas: S. Lorenzo, Salinas, S. Pedro, Xagó, El Espartal y Penarronda.
Para realizar pesca submarina o submarinismo: La Concha de Artedo, Oleiros y Cueva.
Si prefieres una playa donde experimentar el nudismo (actualmente hay gente con bañador también): Bayas, Las Llanas, Silo, Oleiros, El Silencio y Serantes.
Oleiros, El Silencio y las Llanas tienen bastantes escalones y alguna rampa para acceder a ellas; ningún servicio, pero la tranquilidad que les falta a todas las demás en fechas estivales. A las dos primeras, como no tienen vigilantes de la playa, puedes ir con tu perro (bien educado); no son de arena.
Por supuesto, hay muchas más calas semisalvajes y playas, pero sólo he mencionado las más “guapas” _como decimos aquí_ desde mi particular punto de vista (como ya sabéis, bastante objetivo, en general).

lunes, 13 de julio de 2009

La casa del campo vuelve a tener Web


Después de 15 días sin Web, por cambio de servidor, http://www.casaelcampo.com/ vuelve a estar visible; pero ahora tenemos otro problemilla, la página que hemos subido no está del todo actualizada, ¡lo siento! Vamos a tratar de solucionarlo en breve.

Os presento mis disculpas y pido perdón por las molestias que todo esto pueda ocasionar. También ruego que entiendan lo que ha pasado todos aquellos que han escrito a info@casaelcampo.com y no han obtenido respuesta, pues no estaba operativa. Ya lo está.

Todo vuelve a la normalidad!! (gracias al buen hacer y a la paciencia de Rastreador-;)).

domingo, 12 de julio de 2009

Una llamada de atención al sentido común

Sólo quiero llamar la atención sobre algo que me parece muy importante y que la gente que viene de la ciudad no comprende, porque en su espacio no ocurren estas cosas y porque, en realidad, es algo absurdo.
Para empezar, no entiendo porqué los ingenieros, diseñadores paisajísticos o quienes sean no se preocupan por estos detalles; pero como es una realidad, a mí la solución que se me ocurre es concienciar a la gente, haceros ver que a fin de cuentas es tarea de todos (además de solicitar una solución a la administración de turno, claro).
Hablo de mi zona (centro occidente de Asturias), porque es la que conozco. Es de agradecer _dicho sea de paso_ el que los Ayuntamientos, Mancomunidades, Comarcas, etc. tengan a bien invertir en adecentar áreas de bosque para hacerlas recreativas o paseos muy agradables al lado de los ríos, por poner un par de ejemplos. Colocan bancos _bien_, madera en el suelo para hacerlos más accesibles _muy bien_, barbacoas en algunos lugares _vale_ y ¡papeleras! Todos diréis: muy bien. ¡Pues no!, las papeleras están genial, pero el problema es que nadie las vacía, están situadas en lugares por los que los camiones de basura no pasan y por supuesto estas áreas no tienen personal de mantenimiento, ni limpieza… Después de dos fines de semana de buen tiempo el bosque es un basurero!!!!
Aquí va mi sugerencia: lo ideal, pues, en estos casos es que cada uno llevemos de vuelta a casa los desechos que hemos generado, además ahora las bolsas pesan menos…
Mientras esas mentes privilegiadas no se den cuenta de que sería más operativo, racional y ecológico situar las papeleras al alcance de quienes las tienen que vaciar (puesto que no hay dinero para personal de mantenimiento), lo más adecuado, sensato y ECOLÓGICO es prescindir de esas papeleras y volver con nuestros desperdicios para depositarlos en un contenedor.
Me pregunto: ¿el hecho de que nadie las use les dará que pensar…?

sábado, 4 de julio de 2009

Por los alrededores de las puertas del cielo


Ayer subimos a Faedo para relajarnos un poco. Allí no se oye ni un ruido, bueno, la esquila de alguna vaca de cuando en cuando. Se puede ir por Somao o por Artedo, recomiendo subir por esta nueva carretera, que cuenta con doble carril, quitamiedos, etc., una señora carretera (aún hay algún resto de la antigua, digno de ser contemplado para admirar a los osados que por ella subían, ¡toda una actividad de riesgo!).
Aparcamos delante de la casona de Faedo y nos deleitamos con el conjunto de arquitectura popular asturiana que hay en el centro de la Llaguna (antiguamente era una laguna lo que había allí): 5 hórreos casi tocándose, otras tantas casas de piedra y varios pajares constituyen un rincón precioso. Es una pena que varias de estas casas y uno de los hórreos, el más antiguo (según testimonios recogidos in situ, data de la época de Cristóbal Colón), estén cayéndose. Este hórreo en concreto tiene unas hermosas tallas tradicionales (trisqueles y rosetas). Las colondras que forman las esquinas, en vez de 2 piezas en ángulo, son de una sola pieza de madera (impresionante el tamaño del árbol del que se extrajeron).
Varias cosas me han cautivado esta tarde: una vecina del lugar con ganas de hablar y con unos conocimientos sorprendentes (hablamos de la revolución francesa…). Su padre, todo un señor, segando como los de antes con “gadaño”, vestido con su camisa blanca y su boina negra (me recordó muchísimo a mi abuelo, que no aparcaba su elegancia ni para ir a la huerta, lo único que utilizaba que le restaba un poco de glamur eran los chanclos sobre las zapatillas de cuadros marrones). Y el olor de una de esas cuadras antiguas, indescriptible mezcla de excrementos con humedad, maderas rancias y hierba seca; fue como volver a cuando era pequeña e iba a jugar a casa de mi amiga Mª Luz, que también tenía cuadra debajo de casa, ¡qué tiempos aquellos!
El paseo que dimos a continuación fue relajante, pero nada destacable; de interés para los que vivan o se alojen en las casas de aldea que por allí hay, por la proximidad, pero como bonito lo es más el camino “del mechón de la Xana”, del que os hablaré otro día.