domingo, 1 de noviembre de 2009

Un paseo desde Quinzanas hasta Pravia

Hoy nos vamos unos 10km hacia el interior, al Concejo de Pravia.
La ruta que os propongo está bien, no me ha enamorado, pero la apunto porque es adecuada para hacer gente mayor o con niños, que pueden ir a pie o en bicicleta; nos encontramos con gente practicando de todo, algunos a caballo, e incluso en canoa; esto último está muy bien, siempre y cuando no sea época de veda, porque en este tramo se encuentran algunos de los mejores lances salmoneros del Narcea (comenzarías a remar en el Narcea y acabarías en el Nalón, puesto que a esta altura es donde confluyen). Tiene algunos puntos poco atractivos, porque discurren paralelos a la carretera nacional, pero una vez que se adentra en la vega de Forcinas es maravillosa, rodeada de praderas en las que sestean las vacas, de extensos campos de maíz, fabas y otros cultivos, y una inmensa plantación de kiwis, la primera que hubo por la zona; ahora, toda la vega del Nalón está llena de estos frutales, pues actualmente, somos el 2º productor español (2500 toneladas anuales).
El paseo es muy agradable en sí, pero si os digo que además hacía 5 grados más que en Cudillero, le veréis más atractivo aún (el nordeste no pega aquí).

Otro aspecto destacable es la Iglesia de Sta. Mª de Quinzanas; aunque por fuera no es ninguna maravilla, la verdad, lo interesante son unas hermosas pinturas al fresco (s. X) conservadas en el interior. En el pueblo están rehabilitando otro espléndido edificio, Palacio de los Francos del XVI, no sé bien cuál será su finalidad.
Llegamos a Pravia, con su Colegiata y el Palacio de Moutas adosado a ella, del s. XVIII, al igual que el Ayuntamiento y las casonas señoriales que están en la plaza del mismo, la calle S. Antonio con sus edificios neoclásicos, y varios restaurantes, que además de servir una excelente comida, se hallan en casonas con valor histórico: Balbona en la Casona del Busto y Mil Sabores en la Casa del Embajador.
Ya que hemos empezado a hablar de comida, en otro plan, para tapear e incluso comprar productos asturianos existe un local muy acogedor, Casa Vila (frente al S. Luis, emblemático colegio, que en su día fue una especie de correccional masculino, sin ánimo de ofender a nadie, puesto que yo también estudié allí un curso).
Ah, si alguien está echando de menos un dulce, que no lo haga, en la pastelería Las fuentes hacen delicias (almendritos y hojaldres son sus especialidades), está en una placita frente a correos; y no olvidemos la empanada asturiana, ésta está mejor en otra confitería de toda la vida, que está frente al antiguo cine Vital Aza (lo siento, no recuerdo su nombre, pero no tiene pérdida; y preguntando _ya sabéis_ llegamos a Roma...).

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