sábado, 4 de julio de 2009

Por los alrededores de las puertas del cielo


Ayer subimos a Faedo para relajarnos un poco. Allí no se oye ni un ruido, bueno, la esquila de alguna vaca de cuando en cuando. Se puede ir por Somao o por Artedo, recomiendo subir por esta nueva carretera, que cuenta con doble carril, quitamiedos, etc., una señora carretera (aún hay algún resto de la antigua, digno de ser contemplado para admirar a los osados que por ella subían, ¡toda una actividad de riesgo!).
Aparcamos delante de la casona de Faedo y nos deleitamos con el conjunto de arquitectura popular asturiana que hay en el centro de la Llaguna (antiguamente era una laguna lo que había allí): 5 hórreos casi tocándose, otras tantas casas de piedra y varios pajares constituyen un rincón precioso. Es una pena que varias de estas casas y uno de los hórreos, el más antiguo (según testimonios recogidos in situ, data de la época de Cristóbal Colón), estén cayéndose. Este hórreo en concreto tiene unas hermosas tallas tradicionales (trisqueles y rosetas). Las colondras que forman las esquinas, en vez de 2 piezas en ángulo, son de una sola pieza de madera (impresionante el tamaño del árbol del que se extrajeron).
Varias cosas me han cautivado esta tarde: una vecina del lugar con ganas de hablar y con unos conocimientos sorprendentes (hablamos de la revolución francesa…). Su padre, todo un señor, segando como los de antes con “gadaño”, vestido con su camisa blanca y su boina negra (me recordó muchísimo a mi abuelo, que no aparcaba su elegancia ni para ir a la huerta, lo único que utilizaba que le restaba un poco de glamur eran los chanclos sobre las zapatillas de cuadros marrones). Y el olor de una de esas cuadras antiguas, indescriptible mezcla de excrementos con humedad, maderas rancias y hierba seca; fue como volver a cuando era pequeña e iba a jugar a casa de mi amiga Mª Luz, que también tenía cuadra debajo de casa, ¡qué tiempos aquellos!
El paseo que dimos a continuación fue relajante, pero nada destacable; de interés para los que vivan o se alojen en las casas de aldea que por allí hay, por la proximidad, pero como bonito lo es más el camino “del mechón de la Xana”, del que os hablaré otro día.

2 comentarios:

  1. Veo q esto sigue bien , gracias por haberte pasado por mi blog me a dado muchisima alegría, un saludo desde andalucia

    ResponderEliminar
  2. Aquí estamos, sacando tiempo de donde no lo hay (temporada alta); si el día tuviese 48 horas tendría cosas que hacer durante 46 casi seguro. Estamos en contacto. Saludos

    ResponderEliminar